Una campaña sucia (EL MUNDO)

Sobre el próximo magistrado (EL MUNDO)
mayo 4, 2014
Liberales, con prudencia (EL MUNDO)
mayo 21, 2014

Por Ramón Elejalde Arbeláez

Terrible el tipo de campaña política para elegir presidente de la República que se ha impuesto entre nosotros y que es una muestra palpable de la peligrosa polarización del País y de los odios entre algunos dirigentes nacionales. Primero fue el saboteo a las reuniones políticas al contrario. Inicialmente fue el expresidente Álvaro Uribe el objeto de varios abucheos y rechiflas en distintos lugares de la geografía nacional (17, 20 y 26 de enero en Tunja, Soacha y Cúcuta, respectivamente,  para citar apenas unos ejemplos de muchos que existen) y luego fueron los abucheos y rechiflas al candidato presidente Juan Manuel Santos y a su fórmula vicepresidencial, Germán Vargas Lleras.

Y todas parecen ser estrategias de campaña que cuentan con el beneplácito de sus directivos. Recientemente pude presenciar la forma como un activista del Uribismo organizaba telefónicamente uno de esos saboteos, con rechifla incluida, para una conferencia o discurso en plaza pública que realizaría días después el candidato a la Vicepresidencia, Germán Vargas Lleras. Por las redes sociales circuló profusamente, días después del acto, el video con las rechiflas al candidato vicepresidencial. No es esto un juego limpio.

El pasado 30 de abril, Germán Vargas Lleras le respondió airado a un saboteo que le inició un ciudadano en Arauca, con cuestionamientos a la labor del Gobierno Santos. El trato que el candidato vicepresidencial le dio al incómodo asistente a su acto fue el de “gamín”, que sirvió para que las redes sociales de todo orden divulgaran profusamente el video con el incidente. El Uribismo fue protagonista central de la difusión del video y los doctores Álvaro Uribe Vélez y Carlos Holmes fueron vehementes en el reproche a Vargas Lleras. Horas después del penoso suceso se supo, por las mismas redes sociales, que el incómodo interrogador es un conocidísimo dirigente del Uribismo, que fue incluso diputado y de quien han divulgado los medios masivos de comunicación innumerables fotografías acompañando a los mismísimos doctores Álvaro Uribe y Oscar Iván Zuluaga en esta campaña. Vargas Lleras lo ha tildado de ser “un ahijado de Uribe”.

Ahora la guerra sucia entre las dos campañas más opcionadas ha escalado el tono de las acusaciones: Se denunció la posible corrupción de dos exasesores de Juan Manuel Santos que presuntamente recibieron dineros del narcotráfico para una gestión ante el Presidente, hoy candidato. Santos y la fiscal de entonces le dieron al caso el trato adecuado, pero el Uribismo hizo del incidente una bandera, olvidando que ambos exasesores fueron hasta hace poco muy cercanos al Uribismo y a sus campañas. Luego aparece un pirata ético (¿existirán piratas éticos?) trabajando para la campaña de Oscar Iván Zuluaga; de ser cierto, quedaría probada la perversidad de la campaña. El botón que le faltaba a la batalla campal entre estas dos campañas se lo ha dado el expresidente Uribe Vélez al insinuar que parte de los dineros del narcotráfico para los dos exasesores fueron a parar a la campaña Santos. Campaña que el mismo Uribe Vélez impulsó y apoyó. Extraña denuncia tres años después de sucedidos los hechos y precisamente en vísperas electorales. ¿Por qué no se denunció antes si se conocían los hechos? ¿No es una obligación de todo buen ciudadano denunciar la posible comisión de un delito?

No había terminado esta semana, cuando aparece una publicidad de Pacho Santos descalificando a su primo Juan Manuel, supuestamente porque lo conoce muy bien. Me pregunto: ¿No lo conocía cuando promovió y votó por él hace cuatro años? Pacho Santos o engañó a Colombia hace cuatro años apoyando a Juan Manuel o nos pretende engañar ahora descalificándolo. Todas estas historias son patéticas escenas de odio y polarización, donde se presentan más agresiones que ideas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *