Sobre la cultura mafiosa (EL MUNDO)

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Por Ramón Elejalde Arbeláez

Francisco E. Thoumi, integrante de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, dice que “En Colombia el problema hoy no son las drogas sino la cultura mafiosa que prevalece dentro de grupos importantes de la sociedad”.

Algunas expresiones de cultura mafiosa son: Tomar justicia por propia mano; asesinar inocentes ciudadanos para ganar premios en la lucha antisubversiva; utilizar ejércitos irregulares y violentos para combatir la guerrilla; conseguir dinero fácil o a como dé lugar; robar al Estado;  ponerle conejo a la DIAN y hasta burlar las filas necesarias para alguna diligencia; comprar todo, hasta las cosas lícitas; destruir el medio ambiente para sembrar coca; burlarse de las normas jurídicas; poner a funcionar ventanillas siniestras, sin importar de donde proviene el dinero en el Banco de la República; cuestionar las actuaciones de la justicia; burlar la justicia y sus fallos; inventar y montar testigos falsos; aceptar y utilizar apoyos ilegales para ganar elecciones; trampear exámenes y trabajos académicos; corrupción en la contratación pública y privada; organizar carruseles de pensiones; comprar resultados deportivos, electorales o providencias judiciales o actos administrativos. Maldita cultura mafiosa  que arrasa con todo,  con el Estado y con la sociedad.

La cultura mafiosa, tan apreciada hoy en Colombia, es la del “todo vale” o de “el fin justifica los medios”; es la cultura del atajo para obtener beneficios. Una sociedad que aplaude bombardeos a países vecinos con el fin de dar de baja a un delincuente o que al ladrón de un celular le quemen la moto para que escarmiente o que linchen al supuesto delincuente, es una sociedad enferma, donde lo que importa es el resultado sin parar mientes en los medios utilizados.

El mismo Estado es causa de esta horrorosa crisis y enfermedad de nuestra sociedad. Un Estado indolente, cuya  justicia es inoperante u opera muchas veces al  servicio del delincuente, del narcotraficante, del funcionario corrupto. Mientras no tengamos una justicia eficaz y pronta, la cultura mafiosa se irá haciendo todos los días más fuerte. Citaba el sociólogo Leonel Pérez Bareño, (El Tiempo, 14/05/2008) la frase de un cerebro fugado: “En los países desarrollados hay instituciones para resolver los problemas regulares de los individuos, aquí hay amigos (palancas) que nos ayudan a lograr los objetivos buscados”.

Algunas universidades colombianas ya se ocupan del tema. El profesor Oscar Mejía Quintana de la Universidad Nacional, sede Bogotá, realizó un interesante estudio sobre “La cultura mafiosa en Colombia y su impacto en la cultura jurídico-política”, que los dirigentes, políticos y empresarios colombianos deberían leer.

Notícula: De la basura que recoge en algún lugar del Valle de Aburrá el vehículo tipo volqueta de placas CEG-346 de Caldas        y tráiler de placas R30929, de propiedad de la empresa S. A. E. S. P. Enviaseo, una parte la deja regada en la vía regional. No es un vehículo apto para transportar basura y afea las vías y ciudades que recorre.

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