Más tarde, peor (EL MUNDO)

El pasillo triste o ecuatoriano (EL MUNDO)
junio 28, 2015
Preocupante lo del campo (EL MUNDO)
julio 12, 2015

Por: Ramón Elejalde Arbeláez

La definición de un candidato de la Unidad Nacional a la alcaldía de Medellín es un imperativo urgente para todos los partidos que de ella hacen parte. Cada día que transcurre sin que el candidato sea definido, endurece más la tirantez entre los distintos aspirantes, la desorientación de los electores es más evidente  y cualquier solución racional se distancia todavía  más. Cualquiera diría que es un asunto que requiere de pinzas y diplomacia para cogerlo y analizarlo. Ni pinzas asépticas ni diplomacia melindrosa usaré para abordarlo hoy, porque se impone la más cruda franqueza.

Contra Eugenio Prieto se han utilizado todo tipo de armas, incluídas las nobles. Han aparecido encuestas fantasmas, que van en contravía de todas las realizadas por las firmas de reconocimiento nacional. A cada actividad importante de la campaña de Prieto le responden con encuestas de dudoso origen,  con porcentajes que rebasan la lógica elemental o sin intención de voto en blanco en Medellín, resultados imposibles de obtener cuando se emplean metodologías serias, creíbles, confiables y seguras. A cada rato aparecen noticias sobre supuestos nombramientos de Eugenio para viceministerios, consulados o embajadas, en un desespero por invisibilizar la mejor opción que tiene la Unidad Nacional para mantener la alcaldía de Medellín. En no pocas ocasiones  se han difundido como ciertas algunas “multitudinarias” manifestaciones de liberales que no apoyan al candidato de su partido,  en recintos que no estiran y para albergar las mentirosas cifras de asistentes a estos eventos. Fotografía en mano les pedí a unos amigos periodistas que aforaran la asistencia a uno de esos actos inflados y al precisar las filas de asientos disponibles concluyeron que no había ni la quinta parte de lo que anunciaba el pomposo boletín que daba cuenta del cacareado evento.

Estas armas no son las únicas. En la competencia desleal se han utilizado desde la recolección de firmas para hacer propaganda política, hasta la colección de avales y políticos. Y lo más detestable, se han dedicado a dividir y socavar la unidad del partido liberal y aún de otros partidos.

A todas estas pilatunas, para darles un nombre piadoso, ha respondido Eugenio Prieto con señorío y más trabajo. Está escuchando a los ciudadanos en los barrios, recorriendo con paciencia todas las calles de la ciudad, en un trabajo encomiable, en actitud responsable y seria con los electores, que le da el posicionamiento y el reconocimiento evidente en todas las encuestas serias que sobre la intención de voto se hacen en Medellín.

Este panorama donde algunos tratan de arrebatar como Jalisco y otros perseveran en paciente y serio ejercicio democrático, hace que “la distancia entre los dos es cada día más grande” y las posibilidades de acercamiento sean más alejadas.

Algo hay que hacer y pronto, antes de que sea demasiado tarde.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *