La movilidad del Aburrá Norte

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Es necesario volver sobre este tema. Realmente calamitosa es la movilidad de los habitantes del norte del Valle de Aburrá para llegar a Medellín, Envigado, Itagüí, La Estrella, Caldas o a cualquier sitio del sur de Colombia y que tenga que atravesar el Valle de Aburrá. En las horas llamadas pico es posible que un viajero entre Copacabana y Medellín demore hasta tres horas. Sí amable lector, como lo está leyendo. Tres sitios son lo que producen la mayor congestión: la glorieta de Niquía, en la ciudad de Bello; los tres resaltos en el barrio La Paralela de Medellín y el trayecto de la Regional entre el puente Barranquilla y la Biblioteca Pública Piloto.

Hace muchos días las autoridades municipales y especialmente las de tránsito, debieron tomar medidas básicas mientras se soluciona el problema de fondo, que, por lo pronto, no me cabe la menor duda, comprende como el más importante, al Tren del Río. La circulación de vehículos de carga debe limitarse entre Barbosa y Medellín en las horas “pico”. A esas mismas horas se debe prohibir la recolección de basura en la Regional norte y en la mal llamada autopista. Este jueves padecimos un monumental trancón a la altura del barrio La Paralela producido por un vehículo de recolección de basuras, que hacía esas labores a las seis y treinta de la tarde. Igualmente es indispensable suprimir los resaltos que en el barrio La Paralela tiene la Regional y que también son coadyuvantes de los trancones en la zona. En su reemplazo se deben construir puentes peatonales elevados que le permitan a los habitantes del lugar pasar de un lugar a otro en forma segura. No es disculpa para acometer esta obra la explicación de que en el costado de la vía donde existen más viviendas será el lugar de tránsito del Tren del Río y por lo tanto los puentes elevados son innecesarios. No lo son, deben ser diseñados y construidos con proyección a servir de vía para el acceso al Tren. Los resaltos existentes hoy, son peligrosas trampas para los habitantes del lugar y freno a vehículos que origina otro consuetudinario trancón en esa vía.

El histórico abandono al que se ha sometido al norte del Valle de Aburrá está llegando a límites y la inconformidad de sus habitantes es cada día más notoria. Por lo pronto se conoce de reuniones de estudio y análisis de la problemática, pero llegará el día que la gente se canse de los diagnósticos y estudios y busque expresar su inconformidad de forma más visible. Mis propuestas, que pueden ser evaluadas y discutidas, son asuntos elementales que seguramente en algo aliviarán la situación. Acometerlas no es asunto complejo y buscan aliviar la situación de miles de habitantes del Aburrá Norte, que diariamente tienen que circular por esas vías para llegar a su sitio de trabajo. No olvidar que el Metro, en este sector, apenas llega hasta la ciudad de Bello.

Estoy seguro que el Tren del Río será una de las más visibles soluciones a la calamidad que es hoy la movilidad en el Aburrá Norte.

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