Por: Ramón Elejalde Arbeláez
La actividad turística en Colombia tuvo a finales del año anterior y en estos comienzos de año una actividad inusitada y como pocas veces se ha visto. La afluencia de personas a los principales sitios turísticos del país fue masiva y a no dudarlo, esto es un mentís a quienes han sostenido que hay un deterioro grandísimo de la seguridad, que está afectando notoriamente al turismo.
Las playas de Santa Marta, para citar un solo ejemplo, permanecieron en este período de vacaciones atiborradas de gente, y taxistas, meseros y venteros ambulantes, manifestaron unánimemente que hacía muchísimos años la ciudad no vivía la presencia tan masiva de visitantes. Algunos de ellos, ante la presencia de tanto turista, optaron por buscar playas más retiradas y distintas a El Rodadero, presumiendo que en ellas habría menos afluencia, pues visitarlas significaba costos adicionales que no toda persona podría sufragar; vana ilusión, pues esos retirados sitios turísticos también estaban saturados de gente. Durante varias ocasiones el parque Tayrona tuvo que cerrar sus puertas por exceso de visitantes.
Los hoteleros registraron episodios frecuentes de mucha gente que llegó de vacaciones a la ciudad de Santa Marta y tuvieron que amanecer entre sus vehículos o hacinados en algunos cuartos y otros, como fue el caso de unos familiares míos, debieron viajar a Barranquilla a buscar un lugar dónde dormir.
Estos sucesos de fin de año revelan dos fenómenos: primero que el tema de seguridad no es tan dramático como los opositores al gobierno lo pretenden hacer ver, admitiendo que no todo es color de rosa, pero la perorata opositora ha logrado generar una percepción de inseguridad que no es de la magnitud que quieren mostrar y segundo, que la situación económica del país ha mejorado, pues la gente ha podido salir de paseo y le ha dado, inclusive, para visitar sitios un poco más exclusivos, donde lo repito, se vio también la masiva presencia de colombianos en el caso que cito de Santa Marta.
Bueno es resaltar que los paseantes pudimos observar la excelente vigilancia militar y policial en todas las vías del territorio patrio. Abundaron los retenes y esa presencia de nuestras fuerzas de seguridad le dio confianza al viajero para sus desplazamientos.
La gente pudo ir tranquila a los centros turísticos y a sus fincas.
Notícula. Todos los amigos y lectores del excelente columnista de EL MUNDO, doctor Evelio Ramírez Martínez, estamos clamando por la recuperación de su salud. Un abrazo solidario a su familia y mucha fortaleza al gran ciudadano para que se recupere pronto y siga siendo faro y líder de nuestra sociedad.