La reunificación liberal

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Por Ramón Elejalde Arbeláez

Después de más de 10 años, van desapareciendo las razones que originaron la división del Partido Liberal, la más grande organización política de finales del siglo XX en Colombia.

Una de las más importante disidencias del liberalismo en esta última etapa, surgió el 15 de enero de 1998 cuando en el Teatro Libre de Bogotá se celebró una convención opuesta a la organización tradicional del partido, para oponerse a la candidatura de Horacio Serpa y que rechazaba contundentemente los pecados del liberalismo en los años anteriores por sus vínculos con sectores non sanctos de la vida nacional. Esta reunión de rebeldes la presidió Paulina de Castro Monsalvo y asistieron entre otros el exfiscal Alfonso Valdivieso, el exvicepresidente Humberto de la Calle, Armando Estrada, Fuad Char, Nancy Patricia Gutiérrez, Néstor Humberto Morales, Augusto Galán, Roy Barreras, Rodrigo Villalba y Mauricio Zuluaga. El 5 de julio de 2000, el movimiento tomó el nombre de Cambio Radical.

Por su parte, el partido de La Unidad Nacional o partido de la U se constituyó en agosto de 2005, aunque desde los inicios del gobierno de Álvaro Uribe en 2002 y la reforma política del año siguiente, se habían iniciado los pasos para la creación de una organización política que le diera sustento y respaldo al gobierno del presidente Uribe, elegido por Primero Colombia. El Acto Legislativo 1 del 2003 y la Constitución de 1991, así lo facilitaban. La U surgió de la inspiración de Álvaro Uribe y del empeño de personas como Juan Manuel Santos, Luis Guillermo Vélez, José Obdulio Gaviria y Oscar Iván Zuluaga, entre otros.

En resumen, Cambio Radical fue el resultado de la oposición a lo que ellos denominaron malas prácticas en las cuales había caído el liberalismo y el partido de la U aparece como el partido creado para canalizar las políticas oficiales y para recoger la corriente de opinión defensora del pensamiento de Álvaro Uribe Vélez.

Mientras todo esto sucedía, el Partido Liberal, sindicado de ser el principal protagonistas de los nefastos eventos del proceso 8.000, iniciaba un largo y tortuoso camino por el desierto de la oposición, donde perdió las grandes mayorías nacionales que lo venían acompañando desde el último tercio del siglo pasado y donde fue a expiar sus posibles culpas en la amarga soledad de sus derrotas electorales. Muchos de los causantes de la debacle liberal, muchos de los autores de la mala imagen del partido, terminaron “limpiando sus pecados” al adherirse a esos partidos nuevos y a otros que por la época surgieron.

El partido de la U no es hoy el vocero de la ideología uribista; ya Cambio Radical no es el abanderado de las causas anticorrupción; por el contrario, ambos adoptaron en mayor o menor grado algunas de las prácticas que ellos mismos criticaron al viejo partido liberal.

Con un liberalismo remozado, con figuras como Aníbal Gaviria, Juan Manuel Galán, Simón Gaviria, Eugenio Prieto, Sofía Gaviria, Guillermo Rivera, Luis Fernando Velasco, se puede comenzar un proceso que a mediano plazo concluya con la inevitable reunificación Liberal. De suyo, muchos de los fundadores de las disidencias, han regresado al tradicional Partido Liberal.

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