La hora de las infamias (EL MUNDO)

Por: Ramón Elejalde Arbeláez

Los días previos a las elecciones son tiempos propicios para la calumnia, los señalamientos injustos y sin pruebas. Con la refinación de las llamadas redes sociales este tipo de armas, muy innobles muchas de ellas, son el pan nuestro de cada día. Pero estas cosas no suceden solamente a través de la conseja; en ocasiones los medios masivos de comunicación se prestan para estimular la infamia.

Nada me acerca al Uribismo. Ideológicamente estoy lejos de sus tesis y propuestas, pero de allí a creer que el expresidente Uribe pueda ser partícipe de los hechos que originaron la masacre del Aro, me parece un despropósito increíble, que no puede caber en la mente de un ser racional. Me dirán, seguramente con razón, que ante la denuncia de un paramilitar o varios de ellos, la Fiscalía tiene la obligación de compulsar copias para la respectiva investigación. Hacer eso en vísperas de una contienda electoral es un craso error y pareciera no querer investigar el hecho, sino producir efectos políticos. Fue un desafortunado episodio.

Las amenazas al abogado y periodista Pascual Gaviria son intolerables. Tan infames como insinuar que directivos de la Universidad de Medellín o que el candidato a la gobernación de Antioquia, Luís Pérez, pudieron ser el origen de las amenazas.  En estas columnas, recientemente, hice críticas a las actividades proselitistas del Rector de la Universidad dicha. Nunca he sido afecto a esa tendencia del partido Liberal, pero de allí a dudar de la integridad de las personas que la orientan o a lanzar infundios como el que nos ocupa, hay un abismo. De Luís Pérez discrepé en otrora, fuertes críticas le hice. Todas las denuncias en su contra  han sido falladas por los jueces a su favor, convirtiendo esos veredictos en “verdad social definitiva” al decir del tratadista español Javier Pérez Royo. Creer que de su mente puede salir la torpe idea de mandar intimidar a un periodista es otra mentira de tamaño gigantesco. Flaco servicio le prestan a la democracia los administradores de prestigiosos micrófonos que trinan con insinuaciones protervas en contra del candidato. Lo que todos debemos exigir es una pronta y efectiva investigación para dar con los responsables de la amenaza a Pascual Gaviria, amenaza que además debemos rechazar y condenar todos.

Finalmente,  por las redes sociales se difunde otra increíble historia que no cabe sino en mentes malformadas y dañinas. Eso de adjudicarle a empresarios desafectos a Luís Pérez las amenazas al periodista, no pasa de ser un chiste cruel, una infamia despreciable. Se afirma que lo hacen con el objetivo de que todos señalen al candidato como responsable de las mismas.

Lamentablemente el fragor de la lucha partidista, los deseos de triunfar con el candidato preferido, suelen conducir a este tipo de infamias que lamentablemente les hacen daño a las personas y también a la democracia.

Notícula. Mi solidaridad con Pascual Gaviria y con todas las

víctimas de tanta infamia.